10.1.06

Martes

31 de diciembre de 2002

Si un acontecimiento fuera un guante, este día dado vuelta
sería un guante dado vuelta.

Un saco amniótico que fue tejido del revés y luego abierto,
los miembros se dan vuelta, de adentro para adentro,
y van girándose hacia afuera como si fuera afuera.

Se mira ahí un metabolismo nuevo, divorciado del cuerpo.

Lejos, flameando en el mantel, la copa llena y el cubierto
ávido, puede hallarse, sí, al estómago
que guarda su dominio atrincherado en la vajilla.

No se entromete lo real, se trata de lo obsceno duplicado,
dispuesto su aforismo en negativo, en negativo.